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La Comisión Europea ha anunciado hoy que Google ha infringido la legislación de competencia de la Unión Europea al considerar que Google manipula los resultados de búsqueda para favorecer sus propios servicios de búsqueda vertical. En una decisión histórica, el organismo de control de competencia de la Unión Europea ha impuesto a Google una multa récord de 2,42 mil millones de euros y ha dado a Google un plazo de 90 días para poner fin a esta conducta de discriminación contra los servicios rivales. Nosotros elogiamos la dedicación de la Comisión Europea frente a este problema y su compromiso para restablecer la competencia en las búsquedas “online” en beneficio de los consumidores.
Google debe poner fin a su conducta de prácticas anticompetitivas
Google ha sido declarado culpable de participar en conductas ilegales con el objetivo de promover sus servicios de búsqueda vertical. Y, aunque la decisión se refiere a los servicios de compra comparativa, la Comisión Europea también ha reconocido que el mismo comportamiento ilegal se aplica a otras verticales incluyendo la búsqueda local. En este momento Google tiene la orden de detener el abuso dominante de su motor de búsqueda el cual ofrece prioridad a sus propios productos de búsqueda. Una orden de estas características tiene la capacidad de neutralizar el daño que Google ha provocado en la búsqueda “online” y abordar con eficacia las preocupaciones anticompetitivas en torno a la búsqueda local.
Por qué es importante la búsqueda local
La búsqueda local es una de las prácticas más importantes que las personas realizan en Internet. Es el puente entre la investigación “online” y el comercio “offline” o fuera de Internet. Las búsquedas locales – p.ej. un pediatra en Múnich, un taller de bicicletas en Copenhague o un hotel en Madrid – son la esencia principal de las búsquedas, representando aproximadamente un tercio del volumen total de las búsquedas en ordenadores de sobremesa, y más de la mitad del volumen de las búsquedas en smartphones. Entre los valores predeterminados de iOS Safari y el navegador Chrome preinstalado en los dispositivos Android, Google goza de un 98% de cuota de mercado en smartphones.
La Comisión Europea ha estado investigando a Google durante siete años a raíz de varias denuncias de empresas europeas y estadounidenses, así como de grupos de consumidores. Yelp se ha presentado en el caso como denunciante y nos hemos involucrado con las autoridades de la UE proporcionando evidencias del daño al consumidor en el mercado de la búsqueda local.
La repercusión en los Estados Unidos
Las conclusiones de la Comisión proporcionan un modelo a seguir para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley en los Estados Unidos. En 2013, la Comisión Federal de Comercio puso fin a su investigación de parcialidad en las búsquedas de Google. Sin embargo, el escrutinio proporcionado por las autoridades de la UE, junto con una evidencia abrumadora del daño al consumidor, debería obligar a la FTC a emprender acciones para proteger a los consumidores estadounidenses ante la manipulación de las búsquedas.
Cómo perjudica la parcialidad de Google en los consumidores
Es más, Yelp y el equipo de ciencia de datos junto al profesor de la Facultad de Derecho de Columbia Tim Wu y al economista de la Escuela de Negocios de Harvard, Michael Luca, publicaron un documento de investigación donde se examinó de nuevo si Google había degradado los resultados de búsqueda y el impacto que esta práctica tiene en los consumidores. Los autores del estudio descubrieron que la parcialidad de la búsqueda de Google perjudica a los consumidores. Según el estudio, los usuarios eran menos propensos a interactuar con los “cuadros de respuesta” de Google cuando se les mostró las reseñas locales de Google de manera prominente.
Cualquier otro aplazamiento para poner fin a las prácticas anticompetitivas de Google en los Estados Unidos causará daños irreversibles a la competitividad del mercado de las búsquedas y de los consumidores. Los responsables políticos estadounidenses deberían considerar la decisión de la UE como una llamada a la acción. El bienestar del consumidor debe estar igualmente protegido en ambos lados del Atlántico.