Yelp Dublín ha caído rendido a los pies de esta nueva cafetería: Meet Me In The Morning. Nos hemos pasado por allí para hablar con su dueño, Brian O’Keefe, de sus primeros meses con el negocio, sus primeras reseñas y, por supuesto, su primer café. Sigue leyendo…
Cuéntanos un poco cómo te metiste en el mundo del café.
Mi primera experiencia real con el café fue durante la universidad. Empecé a beber tanques de café asqueroso en la cafetería mientras estudiaba para los exámenes. Era un mal necesario. Después de un tiempo en Barcelona volví a Irlanda, que encontré muy cambiada. La escena comidista estaba en auge y estaban surgiendo un montón de negocios independientes. 3FE acababa de abrir, y recuerdo probar su menú y averiguar que el café tenía sabor: ¡no tenía ni idea! Pero fue años después, en París, cuando realmente me enamoré del café.
¿Qué te llevó a abrir tu propio negocio?
Me gustaría decir que fue cosa de la casualidad, pero creo que era mi destino. Estuve en París trabajando como auxiliar de enseñanza en la universidad y encontré trabajo de media jornada en Coutume, una cafetería genial. En poco tiempo me hice con el tema del café, y la enseñanza se convirtió en algo secundario.
Estoy en deuda con París y con la gente que conocí allí. Me he dado cuenta de que a las personas que les gusta el café les gusta también la comida, disfrutan de toda la experiencia culinaria, más allá del producto final. Muchos de los dueños de los mejores restaurantes iban a Coutume a por su café. Los emprendedores ponen pasión en lo que hacen, son una gran fuente de inspiración. Trabajan 80 horas a la semana y no les importa, porque les encanta lo que hacen. Es inevitable no sentir su influjo y su inspiración.
Solo llevas unas semanas abierto, pero tienes muy buenas reseñas. En Yelp ya estás entre los “negocios que arrasan” y tienes mucha presencia en los medios. ¿Cómo gestionas las opiniones de la gente?
Es increíble, tenemos mucha suerte, ha venido mucha gente. Estamos un poco alejados del centro, así que el ruido en los medios y estar en sitios como Yelp ayudan mucho. Pero nunca llueve a gusto de todos, ni lo pretendo, y siempre tengo eso en mente cuando leo las reseñas menos favorables.
Hablando del tema, ¿algún consejo para afrontar las reseñas negativas?
Pues nosotros, al poco de abrir, recibimos una mala crítica en Yelp. Pero la verdad es que me encanta, es la mejor peor reseña. Básicamente, el cliente hizo un resumen de todo lo que no le gustó: espacio pequeño, menú limitado, café que cambia cada cierto tiempo… Lo cierto es que representa a mucha gente a la que quizá no le guste lo que hacemos, ¡nunca llueve a gusto de todos! Y menos café, je, je je… Pero, ya hablando en serio, es un ejemplo de lo que podría pensar mucha gente, y no pasa nada, es normal. Es curioso, porque la mayoría de las cosas que no le gustaron son las que más nos gustan a nosotros.
Está claro que cuando quieres abrir un negocio la teoría es muy fácil, pero del dicho al hecho… Mi consejo es que hay que ser fiel a uno mismo y a tu negocio, pero también ser realista sobre lo que puede o no puede funcionar, y, si te equivocas, pues te has equivocado. ¡Todos somos humanos! No se puede contentar a todo el mundo, pero no pasa nada. Como se suele decir, “para gustos, los colores”.
¿Tienes un público eminentemente cafetero?
Me lo preguntan mucho, y la verdad es que odio el término «esnob cafetero». Sí que viene determinado público, como pasa con todo, y cubrimos sus diferentes necesidades. Las franquicias responden a ciertas necesidades, y yo lo respeto; son coherentes y transparentes sobre lo que ofrecen. Yo no intento competir con nadie, trabajo para un público al que le interesa la experiencia del café. Cada semana tenemos un café con un tueste distinto. Queremos ofrecer una experiencia diferente; un lugar al que la gente venga a comer, a probar y, más importante aún, a experimentar.
¿Es peligroso no ser consistente?
No se trata de inconsistencia, sino de diferenciarse. Yo prefiero no beber lo mismo todos los días, pero, si quisiera, ya hay muchos sitios donde ofrecen eso. Así que yo no veo ningún problema en ofrecer cosas diferentes cada cierto tiempo. Este sitio es un reflejo de mí y de lo que me gusta, y quiero compartirlo con la gente.
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
Es la gente lo que define un lugar. Yo tengo un equipo pequeño, y, siendo realistas, no quiero alguien que solo busque un trabajo; quiero alguien que aprenda y que sea feliz, que sepa cómo funciona la cafetería y lo que tenemos en la carta. Si consigo crear un ambiente de trabajo donde eso realmente se perciba, creo que la cafetería acabará siendo lo que quiero que sea. Pero puede que sea más fácil decirlo que hacerlo.
Ya hemos comentado el tema de las reseñas, pero ¿inviertes tiempo en otras redes sociales?
Ya lo he dicho alguna vez, pero la estética es muy importante para mí, así que me encanta Instagram, lo uso mucho. Usamos Yelp para el tema de las reseñas, pero he de admitir que la idea de interactuar en línea cuando podríamos haber charlado en la cafetería es algo nuevo para mí, y me parece que es una oportunidad perdida. Por otro lado, me encanta que la gente se moleste en compartir sus experiencias y subir fotos, ¡es genial! Hay gente que nos descubre y viene a visitarnos gracias a esas personas que invierten tiempo en escribir una reseña, así que las recibo con los brazos abiertos.
¿Cuál es tu placer culpable?
El vino. Es como una evolución natural del café. Tienes que ir a Fish Shop, una tienda de vino y comida fantástica.
Si tuvieras al lado a tu yo de hace diez años, ¿qué le dirías?
Que fuera más osado. Hace diez años formaba parte del sistema educativo irlandés. Toda la gente que conocía iba a la universidad. No me presionaron para que fuera, y además tuve la suerte de poder elegir, pero invertí mucho esfuerzo en ello. Con 24 años, cuando terminé la carrera, tuve la impresión de que había perdido el tiempo tirando por lo seguro. Ir a un restaurante a pedir trabajo en la cocina es una forma de aprendizaje y te ayuda a formarte de manera más efectiva que la educación formal. Nunca me tomé muy en serio esa opción.
Y volviendo a los viajes en el tiempo, ¿dónde te ves dentro de un año?
¡Aquí! Ahora mismo las cosas van bien, pero cada día es diferente. Me encantaría saber qué me deparará el día a día… O cada semana, con eso me conformaría.
Última pregunta. Puesto que tu idilio con el café empezó en París, ¿qué cafetería de allí nos recomiendas?
Hexagon, sin duda.
Sigue las aventuras de Brian en @MeetMeInTheMorning o pregúntanos lo que quieras sobre Yelp en @yelpforbusiness.
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